Es mi opinion -todavía hay que recordar estas cosas- que, a diferencia de la transformación digital que requería un cambio de mindset, la inteligencia artificial lo que requiere es cotidianidad.
La expresión tangible de la transformación digital eran herramientas que siempre tenía que desarrollarte un proveedor. La IA ha irrumpido con herramientas que permiten a cualquier usuario a amplificar sus capacidades, pero no deja de ser la punta del iceberg.
La verdadera capacidad sigue estando en lo que te pueden hacer los técnicos, pero nos estamos cargando artificialmente de la obligación de saber hacerlo nosotros o, al menos, saber cómo se hace.
En la transformación digital, podías permitirte un rol más pasivo, preguntando a la gente que sabía qué era lo que necesitabas. Ellos te proponían y tu aportación de valor era el ser capaz de mover el proyecto dentro de la organización, rompiendo silos, asumiendo riesgos y adaptando la mentalidad de los equipos y del comité de dirección.
Ahora, como somos capaces de hacer un análisis sofisticado -para haberlo hecho con nuestras manos- con chat GPT, pensamos que tenemos que comprender lo que es capaz de hacer un proveedor. Y no es así.
Mi actitud con respecto al tema va a ser el utilIAtarismo activo. Es decir, voy a centrarme en lo que real y efectivamente me es util y mejora mi rendimiento. De forma activa buscaré, pero no me voy a torturar imaginando lo que puede hacer la IA, asumiendo que debería poder hacerlo directamente con mis manitas.
Cuando la solución sea necesaria y requiera un desarrollo sofisticado, acudiré a los profesionales. Cuando no, esperaré. No me preocuparé de cómo se han hecho las cosas.
Creo que entre el neguIAcionismo y el radIAcalismo, hay puntos intermedios que son los que permitirán que esta tecnología que afecta a todo, se implante al ritmo adecuado y no se atasque por reticencias o exceso de evangelismo.
Los límites de la imaginación
Una cosa en la que ayuda el uso personal de la IA es en ampliar los límites de la imaginación.
La diferencia entre estos dos vídeos es que lo máximo que el guionista de 'La isla misteriosa' era capaz de imaginar, era que un cangrejo gigante luchase contra unas personitas. El guionista de 'Avatar' no tenía límites en su imaginación.
Entonces empezamos a imaginar cosas inimaginables como que París se plegase sobre sí misma.
Es lo que nos permitirá el uso personal de la IA, reimaginar desde una perspectiva distinta.
Como dijo un día Javi Creus, "cuando las posibilidades se expanden, todo comienza de nuevo".
Esta frase me persiguió mucho tiempo.
Recuerdo una conversación con el CEO de un banco mediano:
-Estamos reinventando la banca, dijo
-Me parece maravilloso. Lo que deberías pensar es que lo que estamos reinventando las personas es la relacional que queremos tener con el dinero y si reinventas desde el contexto antiguo, probablemente nunca entiendas por qué la gente está dispuesta a ganar menos o que la propiedad sobre las cosas ya no sea tan importante.
Años después, estamos igual...
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